lunes, 12 de mayo de 2008

HABLANDO DE LOBOS.



En los tiempos que corren pocas veces te encuentras con una conversación sobre lobos (canis lupus signatus) y menos con gente que haya andado entre ellos.
Hace algunas mañanas en el bar donde suelo tomar un café matinal, la conversación era sobre lobos, paisanos de Rosalejo con cierta edad, cerca de los ochenta, contaban vivencias personales y tropelías que habían cometido los lobos donde ellos vivían: El Gordo, Talavera la Vieja (Talaverilla), San Marcos, Los Millares,...
-...que no vuelvan, que se queden por otro sitio...
-... acuerdate en El Gordo que mataron la ganadería de tío ( ) entera una noche...
-... yo de recién venido con las ovejas a Los Millares los vi varias veces, menos mal que teníamos buenos perros...
-... aquí se los castigo mucho, empezó haber muchas escopetas...
-... lo que ha hecho que se vayan, ha sido el limpiar el monte y la dehesa para sembrar y para el ganado...
Estas eran algunas frases de sus testimonios, que despertaban en mi una gran admiración y curiosidad. Esta ultima reflexión sobre limpiar el monte y la dehesa me hizo recordar y pensar sobre algo que había leído hace días sobre otra especie maravillosa: el elanio azul (Elanus caeruleus), una rapaz diurna con aspecto de paloma, cabeza grande y un color blanco azulado precioso.
Precisamente esas dehesas limpias y aclaradas, con cultivos de regadío al lado, como es la Dehesa de San Marcos en Rosalejo, constituyen un ecosistema perfecto para el elanio azul.
El elanio muy común en Egipto comenzó a conquistar terreno en Península Ibérica y hacerse sedentario en los años 70, justo cuando comienzan estos cambios en los ecosistemas.
Este dato lo recoge Juaquin Araújo, naturalista y ecritor, en su Diario de Campo, que ahora nos publica El Mundo, dice asi:
13.04.1975 / Navalmoral de la Mata (Cáceres)
Pocas veces la fortuna concede una primicia de las que acaban en los anuales científicos. Pero hoy hemos encontrado, tras organizada y tenaz búsqueda, el primer nido de elenio europeo en Extremadura. Se constata así la reproducción de una nueva especie en España.
Nos apostamos cubriendo un amplio trecho de la dehesa de Rosalejo. Seguimos la trayectoria de la rapaz hasta que comprobamos su querencia por una encina. Allá en un modesto nido, que seguramente fue de un cuervo, reposan los tres primeros huevos españoles de una de las aves subtropicales más bellas que podemos contemplar. Salimos a toda velocidad del lugar para que los elenios volvieran cuanto antes a seguir incubando. Lo celebramos con la alegría de los grandes acontecimientos.
Una vez más vemos que son los cambios en el hábitat y los ecosistemas los que hacen que las especies se vayan , se queden o vengan. En esto del conservacionismo de especies que existe en la actualidad creo que es más importante, conservar los habitat y los ecosistemas que gastarse grandes cantidades de dinero en criar especies en cautividad, para soltarlos en habitas no adecuados, en los cuales la reintroducción de determinadas especies no tendrá éxito.
Si soltáramos una pareja de lobos en San Marcos, casi no sabrían donde meterse, ya casi no quedan ovejas, y lo que si quedaran son escopetas.
Saludos.
(Ahora en primavera y principios de verano con suerte se pude ver al elanio posado en los cables de teléfono en la carretera de Barquilla de Pinares a Tietar y desde Rosalejo a Navalmoral de la Mata.
Las fotografías del lobo y del elanio son de fotonatura.org, la última es de una zona conocida como La Berruguilla, zona de dehesa aclarada para siembra al lado de la Dehesa de San Marcos).